He de reconocer que estoy un poco obsesionando para lograr el mejor rendimiento de cualquier dispositivo electrónico. Y cuando hablo de rendimiento me refiero a conseguir toda la funcionalidad que necesito haciendo el menor consumo energético posible.
En este sentido una de las cosas que más me desconciertan es el elevado consumo que hacen algunos móviles, smartphones y tablets para realizar algunas funciones relativamente sencillas. El problema suele venir asociado con la configuración de estas aplicaciones, las cuales en muchos casos hacen uso de tecnologías que no deberían tocar y que consumen mucha energía.
Un caso muy claro es el tema del GPS, una tecnología de posicionamiento por satélite que requiere un gran consumo de batería. Sin embargo, la única aplicación que realmente necesita el uso del GPS es su uso como navegador GPS, es decir asistente cuando vamos en coche. En estos casos la precisión es muy importante para estar correctamente ubicados y anticiparse a los cruces o cambios de carriles necesarios.
Lo que no todo el mundo sabe es que tanto móviles como smartphones (p.e. iPhone) o tablets pueden lograr geoposicionarse con bastante precisión sin necesidad del GPS, simplemente con la conexión wifi o 3G. Para ello las operadoras móviles disponen de la geolocalización de sus antenas y por triangulación dan muy buenas aproximaciones.
Este sistema puede ofrecer márgenes de error realmente bajos (algunas decenas de metros), algo más que suficiente para la mayoría de las aplicaciones que usamos día a día.
Así que ya sabes, si estás harto de cargar tu móvil todos los días prueba a desactivar por defecto el GPS y disfrutarás de más horas de autonomía.
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