
En este sentido se suele utilizar el Índice de Masa Corporal, también conocido por sus siglas IMC, el cual se calcula en función de nuestra altura y peso, y esta relación nos indica si sufrimos algún grado de sobrepeso.
La fórmula que nos determina este índice es la siguiente: IMC = peso (Kg) / altura (m) ^2. Es decir, nuestro peso en kilogramos dividido dos veces por nuestra altura en metros.
Veamos un ejemplo, para una persona que pesa 85 kilogramos y mide 1,75 metros, tendríamos que coger una calculadora y dividir 85 / 1,75, lo que nos daría un resultado de 48,57, y para terminar volvemos a dividir este número por la altura 1,75, es decir, 48,57 / 1,75 = 27,75. El IMC de esta persona sería de 27,75.
Se considera un peso normal el de aquella persona con un índice situado entre 18,50 y 25. Por debajo de 18,50 se habla de delgadez, y por encima de 25 de obesidad. Un IMC superior a 30 índica una obesidad severa que debe ser tratado por especialistas.
Siempre debemos tener en cuenta que la obesidad está vinculada con problemas cardíacos o diabetes entre otros, por lo que para lograr una salud de hierro es aconsejable mantener nuestro IMC entre esos límites de 18,50 y 25. Puedes consultar la tabla IMC para conocer con detalle tu situación.
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